El artículo 337 del Código Penal sólo persigue el maltrato a animales domesticados por el ser humano.
Fernando Germán Benítez, fiscal de medioambiente, reclama un cambio para extender la protección a los animales salvajes.
Hace menos de un mes, una jueza de Huesca archivaba la investigación en torno a un vídeo en el que un cazador torturaba hasta la muerte a un zorro. Magistrada y Fiscalía coincidieron en que había que dar carpetazo al caso pero no porque lanzar a un zorro por los aires hasta matarlo no sea maltratar a un animal, sino porque el Código Penal no castiga dar este trato a un animal salvaje: sólo se considera maltrato si se trata de un animal doméstico.
Es consecuencia directa de un artículo 337 del Código Penal que admite muy pocos matices: castiga el maltrato a animales «domésticos o amansados, de los que habitualmente están domesticados, que vive bajo control humano o que no viva en estado salvaje«. Casos como el de este zorro lanzado por los aires y golpeado hasta la muerte, salvo carambola legal, se quedan fuera del Código Penal y no son condenables por esta vía.
Son diversas las voces que desde hace tiempo reclaman un cambio legal para no desproteger a los animales silvestres ante el maltrato. Fernando Germán Benítez, fiscal de medioambiente en Málaga, entiende que el Código Penal es «muy restrictivo» al hacer esta distinción y considera «muy disfuncional» esta forma de proteger sólo a determinados animales: «Estamos en un título del Código penal que protege precisamente el medioambiente y los animales que viven en estado salvaje son medioambiente, es un poco contradictorio excluir esta protección a los animales en su medio natural cuando lo que se pretende es proteger el medioambiente».
Benítez propone una legislación «similar a la alemana donde se protegen a todos los animales vertebrados» y que se regulen también «con mayor precisión los medios y artes de caza permitidos y castigar los excesos que son innecesarios para la caza y que lo que hacen es causar un sufrimiento innecesario a un animal». Otra propuesta es aumentar el máximo de una condena por maltrato animal por encima de los dos años de prisión: en la actualidad, con un máximo de año y medio.