La plaza de toros más antigua de Portugal se transformará en un centro cultural

Se prevé la apertura de una galería de arte, de residencias para artistas y una biblioteca. Fue inaugurada en 1873 y tiene un aforo de 1.500 localidades.

Se encuentra en el pueblo de Azaruja, en las afueras de Évora. Y no volverá a recibir espectáculos taurinos.

También  la antigua plaza de toros de Viana do Castelo, de segunda categoría, que se construyó 1949 y tenía una capacidad de 4.900 espectadores el  último espectáculo taurino en ella se realizó en 2009. Precisamente, ese año el alcalde de entonces, Defensor Moura, declaró la ciudad como antitaurina, la primera del país en conseguir ese estatus. Después llegó la gran noticia de su derribo.

El Gobierno socialista también está preparando una nueva ley para prohibir a los menores de edad tanto asistir como participar en las corridas de toros. La normativa, entró  en vigor en 2021, tiene ya casi garantizada su aprobación, pues el gabinete del primer ministro, Antonio Costa, vinculó la medida al apoyo del Partido Animalista a su proyecto de Presupuestos Generales. Es decir, el PAN dará un giro en su abstención sobre este tema y pasará a votar que sí, en vista de que los socialistas aceptan su propuesta de limitación taurina. Por tanto, las dos formaciones sellan una alianza que beneficia a ambas.

El Comité de los Derechos del Niño de la ONU recomendó en 2019  que Portugal establezca la edad de 18 años, para participar y asistir en espectáculos de tauromaquia, festejos taurinos populares y escuelas taurinas sin excepción. También insta a llevar a cabo actividades de concienciación a los funcionarios públicos, a los medios de comunicación y a la población en general, sobre los efectos negativos en los menores de edad, incluyendo los espectadores, de la violencia asociada a los espectáculos y festejos taurinos.

¡¡ Es una gran noticia!! Un ejemplo más para lo que pueden servir las plazas de las torturas.

Nuestros políticos deberían tomar ejemplo y hacer caso a lo que demanda la sociedad, el ejemplo que les debe de servir es el de Portugal, que están demostrando tener empatía y están escuchando a sus ciudadanos. Portugal no quiere que se derrame más sangre de inocentes y encima subvencionado con dinero público.

En España también la sociedad pide un cambio, señores políticos escuchen a sus ciudadanos, no queremos que nuestro dinero vaya destinado a maltratar animales, ni que se sigan celebrando festejos para ocasionar dolor y sufrimiento a seres vivos. Tenemos que avanzar, estamos en el siglo XXI y la tauromaquia no tiene cabida en nuestra sociedad.

Si alguien sufre, no es una fiesta.

TAUROMAQUIA ES VIOLENCIA