Recientemente más de mil personas se manifestaron en el exterior de la plaza de toros Campo Pequeno de Lisboa contra la tauromaquia en Portugal. «Hubo más de mil personas para protestar también contra un homenaje al famoso rejoneador João Moura. La líder del Partido animalista Personas, Animales, Naturaleza, Inês Sousa Real, declaró: «Hay una nueva sociedad que respeta a los animales, los trata con sensatez y no acepta que en Portugal, en el corazón de nuestra capital, se puedan realizar este tipo de actividades».
João Moura fue detenido en 2020 por maltrato animal, acusado de mantener en su finca privada a casi una veintena de perros desnutridos. Un caso por el que podría llegar a ser condenado hasta con dos años de prisión pero que se halla bastante estancado, lo que indigna a las asociaciones animalistas.
La protesta, que se prolongó hasta las 11 de la noche y que hace escasos 10 años hubiera sido prácticamente impensable, muestra, como sucede en España, un rechazo cada vez mayor de la tauromaquia en Portugal.
La plaza de toros más antigua de Portugal se transformará en un centro cultural, se encuentra en el pueblo de Azaruja, en las afueras de Évora. Y no volverá a recibir espectáculos taurinos. También la antigua plaza de toros de Viana do Castelo, de segunda categoría, que se construyó 1949 y tenía una capacidad de 4.900 espectadores el último espectáculo taurino en ella se realizó en 2009. Precisamente, ese año el alcalde de entonces, Defensor Moura, declaró la ciudad como antitaurina, la primera del país en conseguir ese estatus. Después llegó la gran noticia de su derribo.
El Comité de los Derechos del Niño de la ONU también recomendó que Portugal establezca la edad de 18 años, para participar y asistir en espectáculos de tauromaquia, festejos taurinos populares y escuelas taurinas sin excepción. También insta a llevar a cabo actividades de concienciación a los funcionarios públicos, a los medios de comunicación y a la población en general, sobre los efectos negativos en los menores de edad, incluyendo los espectadores, de la violencia asociada a los espectáculos y festejos taurinos.
Dicha instancia se llevó a cabo en el informe de las Observaciones Finales del Comité durante la evaluación del cumplimiento del Estado Parte del Convenio sobre los Derechos del Niño, dentro del apartado de las prácticas violentas en contra de los menores y adolescentes.
Somos mayoría los que estamos en contra del maltrato animal legalizado y subvencionado con dinero público.
TAUROMAQUIA ES VIOLENCIA.