Estas alegaciones se suman a otras 14 presentadas por organizaciones a iniciativa del movimiento Marea Antituarina
Aprobada por el Ayuntamiento de Tordesillas en fecha 11/01/2022 la modificación de las Bases Reguladoras del Desarrollo del Torneo del Toro de la Vega, que se somete a información pública para su examen y presentación de reclamaciones, la asociación Plataforma La Tortura No Es Cultura (LTNEC), de la que ANDA forma parte desde su fundación, ha presentado alegaciones por entender que incurre en incumplimiento de la normativa de Castilla y León
Por otro lado, a iniciativa del movimiento Marea Antitaurina, otras 14 organizaciones (Fundación de Ayuda a los Animales, Empatía Sin Fronteras, Alcalá Antitaurina, ANDA, Animalistas Sanse, Apadevi, Modeprán, Federación Dean, AACME, Provolán, Plataforma NAC, Brigada Defensa Animal, Sanse Antitaurino,Peña Ferdinand) han presentado también sendas alegaciones.
De acuerdo con el jurista de LTNEC, José P. Cubells, “las nuevas bases incumplen la normativa sobre festejos taurinos populares, espectáculos taurinos tradicionales y espectáculos públicos, por cuanto las prácticas previstas conducen a la existencia de maltrato animal e ignoran el creciente rechazo social a este tipo de espectáculos”.
El nuevo reglamento establece el alanceamiento del toro por parte de hasta 50 lanceros a pie y a caballo, que acosarían al animal con lanzas provistas de punzones o dobles arpones de hasta 8 cm. Es decir, en lugar de utilizar la habituallanza con hoja de metal, ahora llevaría en uno de los extremos una “divisa” con un punzón o un doble arpón con el que agredir al animal, pudiendo clavarle al toro hasta 7 “divisas”, siendo el vencedor el primer lancero queconsiga colocarla en la espalda del toro, entendiéndose por tal la parte situada entre el morrillo y el brazuelo. Finalizado el festejo, el animal sería sacrificado fuera de la vista del público.
“Lo pretendido es contrario a los Reglamentos autonómicos de festejos taurinos y de espectáculos públicos”- afirma Cubells-. “Este nuevo festejo no puede ampararse en la categoría de festejos taurinos tradicionales pues, desde que entró en vigor el Decreto-ley 2/2016, de 19 de mayo, (que, entre otras cosas, prohibía dar muerte a la res en público), la prohibición del alanceamiento dejó vacías de contenido las Bases Reguladoras del Toro de la Vega”.
Según afirma el jurista de LTNEC, esto último fue reconocido por el Consejo Consultivo de Castilla y León y el Ayuntamiento de Tordesillas, y así se recoge en el Dictamen 316/2016, de 28 de julio. En consecuencia, lo dispuesto sería de aplicación en el Reglamento de festejos taurinos respecto a la ausencia de maltrato a las reses de lidia y “la dignificación del espectáculo taurino, y la protección de las reses de lidia”, que supone que en todos los espectáculos taurinos populares y tradicionales queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses.
Cubells recuerda que la Exposición de Motivos del citado Decreto-Ley establece que “en la actualidad, es imprescindible acomodar a las exigencias de la sociedad actual algunos aspectos de estos espectáculos que, si bien encontraron acogimiento favorable en otras sociedades históricas, hoy se encuentran confrontados con la voluntad y sensibilidad de una sociedad que se manifiesta de manera reiterada y creciente, a través de diferentes medios, incluidas las movilizaciones públicas durante la celebración de algunos festejos, para insistir en la necesidad de la dignificación de la vida en todas sus manifestaciones”.
Por su parte, Marta Esteban, presidenta de la Plataforma La Tortura No Es Cultura señala: “No se trata de cambiar un tipo de tortura por otro, se trata de avanzar hacia una sociedad donde el maltrato animal no sea aceptable de ninguna de las maneras, mucho menos como espectáculo público. Tordesillas no puede volver a ser conocida nacional e internacionalmente por sus crueles costumbres, en vez de por su maravilloso entorno natural e inigualable patrimonio histórico. De avanzar por ese camino, volverá a ser un foco de conflicto en una sociedad que ya no tolera el maltrato animal”.