En la madrugada del 24 de febrero las tropas de Rusia iniciaron una invasión en Ucrania que aún continua. Actualmente, la invasión avanza hacia Kiev, la capital del país.
Los veterinarios instan a todas las partes para que consideren los derechos humanos y el bienestar animal y que igualmente se excluyan del alcance de las sanciones todos los medicamentos humanos y veterinarios, los principios farmacéuticos activos y cualquier otra materia prima necesaria para fabricar diagnósticos, así como tratamientos y vacunas.
“También hacen un llamamiento a todas las partes para que relajen temporalmente los requisitos de importación para permitir que los refugiados lleven consigo a sus animales mientras huyen, por ejemplo, sobre la necesidad de realizar pruebas de rabia a los perros”.
En este sentido desde la Comisión Europea se instó a los Estados Miembros para que se relajaran estas medidas. En España el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) estableció como respuesta a esta solicitud un protocolo que organiza la llegada de estos animales a España. Nuestros compañeros de Salvando Peludos (Madrid) ya han realizado un viaje trayendo refugiados con sus animales y 15 perros de un albergue de Eslovaquia. Iniciativas similares se han desarrollado desde otros países europeos.
Todos estamos consternados con lo que está sucediendo en estos momentos en Ucrania, una guerra absurda que está trayendo consecuencias a humanos y a los animales. De todo esto debemos sacar en conclusión lo siguiente: mientras hay personas que abandonan a su animal porque van a tener un niño, se cambian de casa, ha crecido y no era lo que esperaban, les molesta, de pronto les entra alergia, se van de vacaciones… Todavía quedan seres humanos que nos dan lecciones, que no abandonan a sus animales ni en los peores momentos, aprendamos de ellos, ni en una guerra se les abandona. Estas almas bondadosas que cargaron a sus animales tienen mucho que enseñarnos.