El día 20 de marzo en Madrid miles de personas se manifiestaron en defensa del mundo rural.
Sin embargo, otros colectivos creen que la protesta, subvencionada con enormes sumas de dinero que superan los 400.000€, tiene el objetivo de defender la tauromaquia y la caza, y no el sector rural en su conjunto.
«Los que encabezaron esta manifestación fueron taurinos y cazadores. Los primeros salieron para seguir cobrando enormes subvenciones públicas cuando apenas dan trabajo, pues el coste medio salarial de una ganadería de lidia no supera los 6.000 euros- señala Marta Esteban, presidenta de la plataforma la tortura no es cultura- Los segundos, quieren que los perros utilizados en la caza queden fuera de la nueva Ley de Protección Animal, es decir, poder seguir maltratando a galgos, podencos y otras razas con total impunidad. Esta manifestación en nombre de lo rural es solo la coartada».
Esteban destaca que «La legislación española actual permite que el 85,6% del territorio nacional sea terreno de caza, privilegiando al 1,6% de la población que tiene licencia de caza, en detrimento de todos los demás, lo que es terriblemente injusto.» y señala que esto perjudica a muchas otras actividades como el senderismo, el ciclismo, la agricultura…
El gobierno llevará en breve al parlamento la nueva Ley de Protección Animal. En ella se incluye protección para todo tipo de perros. Sin embargo, en Borrador de Estrategia Nacional de Gestión Cinegética la medida propuesta 2.2.4 : “Recomendaciones generales en relación a los perros de caza y a las rehalas” pretende excluir a estos animales de la nueva ley dejándolos totalmente desprotegidos.
«Están engañando a toda España diciendo que están defendiendo al mundo rural atacado por el gobierno y lo lobbys animalistas, cuando la única verdad es que ven sus interés, de cazar y maltratar animales con total impunidad, perdidos.
Si ellos tuvieran a sus animales en buenas condiciones, la nueva Ley de Protección Animal no les afectaría, pero si han montado toda esta mentira es porque les afecta y mucho.» señala Carmen Almonacid, de Marea Antitaurina.
Por ello exigen que la medida 2.2.4 de este borrador sea eliminada y que según señala Encarna Carretero de ANDA «se incluya una referencia a esta cuestión relacionada con la actividad cinegética que se limite a indicar que los perros de caza y rehalas cumplirán con lo dispuesto por las legislaciones genéricas nacionales y/o autonómicas en materia de protección animal y sanidad animal para esa especie. Tan solo quieren aplicar una política de continuismo con el mundo rural que a ellos les interesa, que poco o nada tiene que ver con los intereses de la población rural en su conjunto, y que es la política que nos ha traído a la situación agónica en la que se encuentran nuestros pueblos”.
Entre las reivindicaciones del colectivo está:
Prohibición de la caza con perros o, en su defecto, la no-exclusión de los mismos en la Ley de Protección de los Derechos de los Animales en igualdad de condiciones y requerimientos que el resto de los animales de su especie.
Reducción de los terrenos públicos destinados a la caza en proporción con el porcentaje de licencias y protección del derecho constitucional de toda la población a disfrutar del medio ambiente con seguridad y libre de caza.
Eliminación de cualquier subvención pública a cualquier tipo de actividad cinegética.
Endurecimiento de los requisitos para obtener y mantener licencias de armas. Establecer en 18 años la edad a partir de la cual se puede obtener licencia de caza y participar en cualquier tipo de actividad cinegética.
Prohibición de importación de animales para ser utilizados en la caza o para ser cazados.
Sustitución de la declaración negativa de territorios donde no permite cazar por declaración expresa de territorio donde está permitido cazar, con el correspondiente permiso de caza.
Prohibición de la cría y suelta de animales criados en cautividad para su utilización en la caza.
Aumento de zonas protegidas de fauna silvestre libres de caza.
David Rubio de Plataforma NAC añade: «Hoy las calles de Madrid han sido invadidas por el odio hacia los derechos de los animales. Bajo la falacia de que la caza representa al mundo rural, los cazadores hoy se han manifestado para intentar tumbar una ley de protección animal que nace con la intención acabar con la cría masiva la venta ilegal de perros, el abandono y el maltrato. Hoy los cazadores se han manifestado para tener derecho a poder seguir xon estas prácticas prácticas avergüenzan a la mayoría de Españoles. Por eso hoy en Twitter #RuralsinMaltratoAnimal ha sido tendencia han sido más de 56.000 tweets en apenas dos horas. Además, muchos de los tweets de la tendencia #20MRural son de animalistas.»
Nadie duda de la necesidad, urgente, de tomar medidas que apuesten por el mantenimiento de la vida rural y cortar la sangría económica y humana que llevamos arrastrando desde hace 40 años (y que la actividad taurina y de turismo cinegético, que ya existía, no ha podido evitar sino que, al contrario, ha perpetuado). El desarrollo rural debe ir necesariamente unido al apoyo firme de las actividades agrícolas, de aprovechamiento ganadero integral o forestales que forman parte intrínseca de la economía rural. Si queremos mantener nuestros pueblos vivos debemos apostar por unidades de producción pequeñas, de carácter familiar, integradas en los recursos naturales propios y que generen economías de escala traducidas en empresas de transformación de productos agropecuarios. Su supervivencia y sostenibilidad en el futuro irá necesariamente unida a la apuesta firme por sistemas productivos que aseguren el mantenimiento de la calidad del agua, suelo, masas vegetales así como las condiciones climáticas. Es imprescindible que tanto las empresas de distribución de alimentos como el consumidor reconozca estos valores y nos dotemos de un sistema que permita identificarlos en el mercado.
Es importante señalar que, en el marco del programa de estudios de opinión pública sobre distintas áreas de valores y actitudes predominantes en la sociedad española, específicamente sobre la visión, valores, actitudes y conducta ante los animales, y, en particular de la cultura medioambiental, desarrollado por la Fundación BBVA en las dos últimas décadas, y publicado en enero de 2022, concluyó que LOS ESPAÑOLES SE SIENTEN MUY CERCANOS A LOS ANIMALES Y LA MAYORÍA RECHAZA SU USO EN CIRCOS, CORRIDAS DE TOROS, CAZA, VESTIDOS Y COSMÉTICA. Dicho estudio, en resumen, expone que para la mayoría de la población española:
La caza deportiva es una actividad que produce un gran rechazo entre la sociedad española con una puntuación de apenas 1,7 sobre una escala de 0 a 10.