El pasado 8 de Septiembre el PSOE anunció su intención de incluir una enmienda al Proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar Animal en el sentido de que los perros empleados en la caza no estén protegidos por las garantías incluidas en el citado Proyecto. Es inaceptable. Desde ANDA hemos reaccionado inmediatamente remitiendo al PSOE un escrito en el que le hemos trasladado nuestro profundo rechazo por el anuncio por parte de ese grupo político de una enmienda al Proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales por la que pretenden excluir a los perros empleados en actividades cinegéticas del ámbito de aplicación del Proyecto de Ley presentado por la Dirección General de los Derechos de los Derechos de los Animales dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030.
La pretensión de excluir a los perros empleados en actividades cinegéticas del ámbito de aplicación del Anteproyecto no se sostiene desde la perspectiva científica, ni considerado desde una visión biológica ni desde un punto de vista veterinario o sanitario. El perro como especie presenta una unicidad en sus características biológicas, sanitarias y etológicas independientemente de la función social o económica que desempeñe por lo que las medidas a adoptar para garantizar su bienestar, la seguridad o la sanidad pública deben contemplarse de forma unitaria en un solo cuerpo legislativo. De hecho, en el Reglamento Europeo de Sanidad Animal, Reglamento UE 429/2016, todos los perros, independientemente de su función o uso, se encuentran introducidos en el mismo Anexo I, la misma Parte A y bajo un único epígrafe “Canis Lupus Familiaris”. Es la opción lógica y la única con sentido y justificación científica.
Al margen de consideraciones científicas y jurídicas nuestra firme oposición a la exclusión de este tipo de perros del encuadre de protección genérico que garantiza el Proyecto de Ley está plenamente justificado por su especial necesidad, pertinencia y urgencia. Los casos de problemas de bienestar animal que afectan a perros empleados en la caza son muy numerosos y tanto estos problemas como los elevados porcentajes de abandono que se producen en nuestro país están directamente vinculados a la excesiva permisividad que hasta ahora ha imperado en las condiciones de uso y mantenimiento de estos animales. No se trata de demonizar ni estigmatizar ninguna actividad lúdica legal pero sí de encajarla en el marco legal genérico que le corresponda. Para aquellas personas, incluidos cazadores, que mantienen de forma correcta a sus animales, el cumplimiento del Proyecto de Ley no supondrá ningún esfuerzo, ya lo están haciendo. Pero para aquellos que aún no lo hacen ya es hora de acabar con las prerrogativas y la excepcionalidad que les ha permitido hasta ahora vivir en una permisividad jurídica especial. Todos los propietarios de perros deben estar sujetos a las mismas obligaciones genéricas y todos los perros deben disfrutar de las mismas garantías legales.