Las carreras de galgos en Escocia están en su último momento con solo una pista sin licencia restante. La industria de las carreras de perros está plagada de problemas de bienestar animal como muertes, lesiones y dopaje, y One Kind cree que no tiene lugar en una Escocia moderna.
Junto con otras 8 organizaciones de protección animal con sede en Escocia, Inglaterra y Gales, OneKind está pidiendo el fin de la cruel industria de las carreras de galgos.
Muchos galgos utilizados en las carreras se mantienen en jaulas y en condiciones deplorables. En el peor de los casos, los perros pueden vivir en jaulas sucias, sufrir heridas y lesiones no tratadas y recibir atención veterinaria inadecuada. Los perros también pueden estar constantemente amordazados.
Dopaje.
Los registros de Greyhound Board of Great Britain muestran que los perros que utilizan en las carreras han sido dopados con drogas para mejorar el rendimiento, incluidas sustancias de clase A como la cocaína. La investigación ha demostrado que los efectos adversos de la cocaína en perros incluyen anomalías neurológicas y musculares, aumento de la frecuencia cardíaca, convulsiones, debilidad, vómitos y letargo.
En España, desde hace mucho tiempo, las carreras de galgos como espectáculo en un canódromo para la realización de apuestas se terminaron. No obstante, siguen quedando modalidades de competiciones “deportivas” que bajo el paraguas de un supuesto “entrenamiento” vienen a significar lo mismo.
Después de la clausura del último canódromo de importancia (el Canódromo Meridiana de Barcelona, en 2006) por falta de afición, el Campeonato de España dejó de organizarse hasta la fecha de hoy. Actualmente no queda ningún canódromo en activo y el deporte está virtualmente extinguido.
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