Este año, de nuevo, se ha celebrado el toro de la Vega en Tordesillas (Valladolid), al igual que en 2016, 2017, 2018 y 2019, pero sin poder dar muerte ni clavar arpones al animal. Este año el animal se ha escapado del recorrido tras romper una talanquera y ha corneado gravemente a un hombre de 67 años.
Es una vergüenza que espectáculos como el Toro de la Vega hayan sido declarados como «Patrimonio Cultural» en este país, pese a las encuestas que demuestran todo lo contrario. Un 81% de españoles rechazan la tauromaquia (Ipsos Mori 2015).
Los festejos taurinos causan cada año cientos de heridos y decenas de muertes entre los humanos, cuyas vidas exponen de la manera más banal en plazas y festejos. Tantas familias afectadas, ¿en aras de qué? El maltrato y muerte de animales y personas por entretenimiento no merece compartir la denominación de “cultura” con los verdaderos artistas e intelectuales.
Llevamos muchos años luchando contra la tauromaquia y sus derivados “los festejos populares”. Hemos ido varias veces a Tordesillas para presenciar todo el sufrimiento que le ocasionaban al pobre animal y lo hemos difundido en varios medios de comunicación.
Afortunadamente la sociedad va cambiando.
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