El Día 25 de junio Estados miembros de un total de 27 votaron a favor de la hoja de ruta para “el futuro de la agricultura en la Unión Europea” propuesta por el gobierno belga, que ostenta la presidencia del Consejo. Pese a la mayoría no se aprobó este texto no vinculante, que pretendía dar respuesta a los principales desafíos del sector identificados: el relevo generacional, las rentas justas, la mejora de la posición de los agricultores en la cadena alimentaria y el cambio climático, entre otros. ¿Y cómo pretenden hacerlo los ministros de los países de la Unión? Se desconoce, pues esa información no se ha hecho pública..
En la rueda de prensa posterior, al representante belga se le olvidó mencionar que ya hay sobre la mesa normativas concretas más o menos avanzadas en el seno de la Unión que buscan paliar todo lo anterior. Están las propuestas de Reglamento sobre los Sistemas Alimentarios Sostenibles y la de Uso Sostenible de Plaguicidas, sendas en pausa por decisión de los propios países. Así como algunos de los condicionantes de justicia social y ambientales de la nueva Política Agraria Común (PAC), tras las flexibilizaciones adoptadas en la Eurocámara. Para poder celebrar que se haya puesto al campo en el punto de mira de la estrategia del Consejo europeo, habría bastado que el ministro de Agricultura de Bélgica, David Clarinval, hubiera hecho una apuesta valiente por todas ellas, rescatando del ostracismo a todas ellas. Y si no, que hubiera dado alguna alternativa.
También llama la atención que este proceso no vaya de la mano del Diálogo Estratégico sobre el futuro de la agricultura en la UE que está llevando a cabo la Comisión Europea, que tiene el mismo objetivo: garantizar la sostenibilidad de la agricultura en Europa. Y mucho más llamativo es que, pese a todas las supuestas invitaciones a la participación, el debate de ayer fuera a puerta cerrada. Desde Por Otra PAC reclamamos una transparencia real y un diálogo entre todas las partes, también entre las distintas instituciones de la Unión.
Las más de cincuenta entidades que conforman nuestra Coalición han redactado y promovido un manifiesto con propuestas concretas que deseamos que Clarinval tenga en cuenta:
1. Legislación Ambiciosa sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles (SAS): La Comisión Europea prometió en 2020 presentar una propuesta legislativa para un sistema alimentario sostenible antes de finales de 2023. El objetivo es hacer que el sistema alimentario de la UE sea más sostenible y resiliente, integrando esta máxima en todas las políticas relacionadas con los alimentos y desarrollando un etiquetado que permita a los consumidores identificar productos de alto valor socioambiental. Sin embargo, cuatro años después, no se ha concretado esta propuesta en un reglamento, lo que ha dejado en el aire las promesas iniciales.
2. Reglamento sobre el Uso Sostenible de Plaguicidas (SUR): En 2022, la Comisión Europea propuso un reglamento para reducir el uso de pesticidas sintéticos en un 50%. Esta iniciativa fue rechazada debido a la presión de la industria de fitosanitarios y maniobras políticas. La ciencia demuestra que es posible reducir el uso de plaguicidas sin afectar la rentabilidad agrícola, por lo que desde la Coalición Por Otra PAC pide a las instituciones europeas que presionen para reintroducir y aprobar este reglamento en el futuro período legislativo.
3. Revertir el Desmantelamiento de la Arquitectura Verde de la PAC: Es necesario revertir las modificaciones en los reglamentos de la PAC para reinstaurar las obligaciones ambientales inherentes a la adjudicación de ayudas públicas y asegurar su cumplimiento. A medio y largo plazo, se debe apostar por una PAC más ambiciosa que financie adecuadamente la transición agroecológica, garantizando rentas justas para quienes producen alimentos sostenibles y mejorando la gobernanza para incluir a una pluralidad de intereses en el proceso.
Como el Consejo no lo hizo este lunes, desde la coalición Por Otra PAC, recordamos a lo que se comprometió la Comisión en el 2020: “Con objeto de acelerar y facilitar la transición, y de garantizar que todos los alimentos introducidos en el mercado de la UE sean cada vez más sostenibles, la Comisión presentará una propuesta legislativa sobre un marco para un sistema alimentario sostenible antes de finales de 2023”. Algo que no ha ocurrido todavía.
Una parte del sector agrario y las autoridades competentes se confunden si consideran que los requisitos ambientales son el origen de sus problemas estructurales. “Solo unas políticas agrarias que contribuyan a proteger el suelo, el agua y la biodiversidad podrán asegurar un futuro para la agricultura y la ganadería. Por eso es vital que esta forma de operar, sin transparencia y sin contar con todos los agentes implicados, no se repita en el desarrollo de futuras propuestas legislativas como la Ley de Agricultura Familiar, la Estrategia Nacional de la Alimentación…”, concluyen fuentes de la Coalición Por Otra PAC.
Sobre la Coalición Por Otra PAC.
La Coalición Por Otra PAC agrupa más de 50 entidades de diversos ámbitos -ganadería extensiva, producción ecológica, defensa ambiental, desarrollo rural, bienestar animal, nutrición y consumo-, que buscan conseguir una nueva Política Agraria Común (PAC) verde y justa que impulse la transición agroecológica.
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