Desde ANDA y Animals’ Angels llevamos dos décadas vigilando el mercado de ganado de Santiago de Compostela. En un entorno rural arraigado con tradiciones y costumbres, en ocasiones es difícil implementar cambios que mejoren la vida de los animales. Se han logrado algunos avances, como el suministro de agua, corrales para que los animales estén sueltos, un mejor manejo y un aumento de los controles veterinarios. Pero el mercado todavía se considera un centro para el comercio de vacas «de desvieje», donde aún observamos la venta de animales enfermos, heridos y extremadamente debilitados, aunque esto esté prohibido por la legislación de bienestar animal de la UE. Por este motivo nos hemos desplazado a la capital gallega para reunirnos con el gobierno autonómico y la oficina veterinaria responsable.
El resultado ha sido positivo. Nadie niega los problemas, pero la presión de los políticos y los ganaderos es enorme y hay una grave escasez de personal. Las autoridades competentes prometen aumentar sus actuaciones, intensificar los controles sobre el estado de los animales e imponer sanciones específicas. Aplaudimos la receptividad de los veterinarios oficiales y confiamos en que se implementen las medidas prometidas. Por supuesto, seguiremos atentos al mercado y estaremos allí regularmente.
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