Otro año más, han obligado a un burro montado por un joven a abrirse paso entre una multitud ebria que grita, canta y dispara con cartuchos de fogueo al lado del animal.
Como te puedes imaginar, el ruido es abrumador y la masa de personas incontrolable. Asustado en las calles estrechas y empedradas, el animal se suele resbalar, cayéndose y golpeándose contra el suelo en un acto que dura más de una hora.
Durante esos 60 minutos cientos de personas rodean al animal aterrado, se suben a él, lo empujan y gritan.
Ningún animal tendría que estar obligado a vivir algo que le comporte tal sufrimiento, temor y esfuerzo físico y mental en nombre de la tradición y diversión humana.
Estamos de acuerdo en mantener las tradiciones pero nunca serán justificables cuando causan un sufrimiento innecesario a un animal.
Una violencia injustificada como esta no tiene cavidad en un país moderno y con visión de futuro, como es España.
En ANDA, se hizo un gran esfuerzo hace años para que el animal no muriera cada año aplastado por las turbas. Intervino El Donkey Sanctuary, y se presentó ante el Intergroup for Animal Welfare del Parlamento Europeo. Llegamos incluso a comprar el burro y traerlo a la Sierra de Madrid. Se nos prometió que en lo sucesivo no padecería ningún daño, y así fue, pero sin embargo, todo quedó en el olvido y siguen utilizando a un pobre animal para diversión de unos cuantos en el nombre de la «tradición».
Por eso te animamos a que firmes la petición pidiéndoles a las autoridades competentes que mantengan la tradición, pero que terminen con el uso de un burro en sus fiestas. Por favor, súmate a la petición y se la voz, junto con nosotros, del burro de Peropalo.
En este video puedes ver de qué se trata.