El Ayuntamiento de Tarragona, el Ilustre Colegio de Abogacía de Tarragona (ICAT) y el Consejo de la Abogacía Catalana (CICAC) han consensuado la puesta en marcha de un proyecto piloto basado en el pienso anticonceptivo en las políticas de gestión de la población de palomas en la ciudad. El acuerdo contempla también el cese de las capturas masivas de palomas. Los tres organismos se han comprometido a constituir una comisión de seguimiento para mantener el diálogo sobre la gestión de la población de palomas en la ciudad y analizar su evolución periódicamente.
La ONG Nova Eucària denunció hace unos meses ante la fiscalía a los Ayuntamientos de Tarragona y Reus por “maltrato animal contra las palomas, por su sistema de captura y posterior exterminio, con el agravante de crueldad”, señaló la entidad en un comunicado. Para la ONG hay un “delito penal, repetido con impunidad y normalizado desde las instituciones”. La entidad señala que las palomas “son aves silvestres y ningún ayuntamiento está autorizado para catalogarlos de plaga”, sino que es competencia de la Generalitat.
Las palomas, cuando su control es correcto (población adecuada, ubicación idónea y estado de salud bueno) constituyen un valor añadido a la belleza de cualquier ciudad. Sus vuelos y arrullos adornan las plazas y jardines. Las palomas, como los perros y los gatos, no han invadido las ciudades; hemos sido sus habitantes los que, en un momento u otro, hemos propiciado que vivan entre nosotros. Para evitar la superpoblación y, por ende, estos problemas, se han ensayado en distintas ciudades diversos procedimientos de control, como la captura con redes, llegando incluso a los envenenamientos masivos. Todos estos métodos, además de crueles e impopulares, han resultado ineficaces y caros.
Ginebra (Suiza) fue la ciudad piloto de un método excepcional: hasta 1970 había probado todos los sistemas con rotundos fracasos: a pesar de los presupuestos invertidos, su población de palomas alcanzaba los 40.000 ejemplares. El 1 de junio de 1970 comenzaron a aplicar Ornisteril, en 1977 habían logrado reducir la población a 15.000 ejemplares.
El ORNISTERIL consiste, básicamente, en alimentar a la población de palomas con granos de maíz impregnados de sustancias hormonales que inhiben la fecundación. ANDA, hace unos años envió toda la información de este producto a todos los Ayuntamientos de España. El Ayuntamiento de Siero (Asturias) asesorado por ANDA, fue el primero de España en suministrar Ornisteril para evitar la reproducción de las aves, tras el éxito cosechado en Francia.