El vídeo Motherhood muestra cómo la mayoría de las cerdas de la UE viven su maternidad. De animales altamente sensibles son reducidos a unidades de producción enjauladas.
La mayoría de las cerdas en la UE están sufriendo en jaulas: 4 semanas en jaulas de gestación y luego hasta 5 semanas en parideras. En un ciclo productivo ininterrumpido.
Existen sólidos argumentos que el Vicepresidente Ejecutivo de la UE, Valdis Dombrovskis, también a cargo de Comercio, no puede ignorar al discutir la propuesta para poner fin a la Edad de la Jaula, y la posibilidad de imponer estándares equivalentes de bienestar animal a las importaciones de carne, lácteos y huevos que ingresan en la Unión Europea.
Hay alrededor de 11 millones de cerdas en la UE (cifras estimadas). La mayoría pasa casi la mitad de cada año dentro de una jaula en la que ni siquiera pueden darse la vuelta.
La mayoría de las cerdas permanecen enjauladas durante unas cinco semanas al comienzo de la gestación. Luego, aproximadamente una semana antes de dar a luz, son confinadas nuevamente durante aproximadamente cinco semanas más. En total, las cerdas pueden pasar hasta la mitad de cada año confinadas en jaulas.
Cuando están confinadas en establos y jaulas, a las cerdas se les niega cualquier sentido de autonomía; no pueden realizar muchos comportamientos básicos. Durante todo el trabajo de parto y las semanas de lactancia, una cerda ni siquiera puede dar unos pasos o darse la vuelta para reposicionarse. Son reducidas de animales altamente sensibles a unidades de producción enjauladas. Esta no es una vida que valga la pena vivir.
Las cerdas tienen un impulso muy fuerte para construir el nido antes de parir. Esto implica buscar material para anidar, cavar y limpiar un hueco para construir un nido adecuado. Las jaulas parideras, sin embargo, lo impiden. Esto provoca frustración, estrés y ausencia de un adecuado bienestar en las cerdas, lo que lleva a comportamientos anormales como morder las barras.
En las explotaciones industriales, las cerdas paren un poco más de dos veces al año y pasan de cuatro a cinco semanas confinadas en las jaulas antes, durante y después de cada parto. Existe un riesgo físico de llagas y lesiones por permanecer durante largos períodos en el suelo duro; a menudo hormigón desnudo. Los comportamientos naturales frustrados pueden resultar en un parto retrasado o prolongado, tasas más altas de mortinatos y reducción del éxito de la lactancia.
La jaula le impide cuidar de sus lechones más allá de acostarse para alimentarlos a través de las rejas. Cuando se retiran los lechones, la cerda se saca de la paridera, y en unos pocos días se vuelve a inseminar y se devuelve a una jaula de gestación para comenzar de nuevo el ciclo.
Las jaulas parideras también evitan que la cerda cumpla con su intenso impulso natural de interactuar adecuadamente con sus lechones o de alejarse de ellos para descansar. Sólo pueden levantarse o acostarse y alimentar a los lechones desde dentro de la jaula.
Estos son los 7 hechos que la Comisión Europea y especialmente el Vicepresidente Ejecutivo de la UE, Valdis Dombrovskis, también a cargo de Comercio, deberían conocer sobre la cría en jaulas, una práctica completamente contraria a la agricultura más sostenible descrita en el Green Deal.
La cineasta holandesa Eline Helena Schellekens, junto con la editora Kate Morgan, han continuado el galardonado cortometraje M6NTHS con Motherhood, que muestra las prácticas estándar en la Unión Europea de sistemas intensivos en jaulas.
Al principio, Motherhood nos recuerda cómo las cerdas son madres cariñosas y tiernas, pero después de unos minutos, queda claro lo horrible que es estar encerradas en una jaula durante semanas.
Pasa a la acción y pide al Vicepresidente Ejecutivo de la UE, Valdis Dombrovskis, también a cargo de Comercio, que apoye la prohibición de las jaulas en la Unión Europea, importando solo productos que cumplan con los estándares de bienestar de la UE.