En el municipio castellano-manchego de Brihuega (Guadalajara) organizaron este sábado» un concurso de recortes». Pero con el último toro, ya de madrugada, ocurrió algo inesperado: el animal partió la puerta interior que daba acceso a la Plaza de Toros La Muralla. Y como no habían cerrado la puerta exterior, salió a las calles del pueblo dejando algún herido.
Desde la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha aseguran que la Guardia Civil de Guadalajara «ha identificado al dueño del vehículo implicado en el golpe al toro», que están «realizando las diligencias oportunas para esclarecer los hechos» y que «las actas de denuncia que procedan se extenderán al organizador del festejo».
Brihuega es un pueblo de gran tradición taurina, cuyos encierros están declarados de Interés Turístico Regional. Ya en agosto de 2020, en pleno auge de la pandemia del coronavirus, la Plataforma ‘Guadalajara Antitaurina’ publicó un vídeo correspondiente a la celebración de un concurso de recortes en la localidad de Brihuega que se llevó a cabo sin distancia física, ni casi uso de las mascarillas y además con la presencia de muchos niños. Todo ello “en plena oleada de rebrotes y todo bien pagado con nuestros impuestos”. Desde el colectivo afirmaron que es una «auténtica vergüenza» que el alcalde del municipio, Luis Manuel Viejo (PSOE), autorizase este festejo sabiendo «que las medidas sanitarias no se podían preservar». «Haremos todo lo posible para que el peso de la ley ejerza como procede y se tomen responsabilidades de tal atentado a la salud pública», denunciaron entonces sobre unos hechos que, un año después, se han vuelto a repetir acompañados de varios altercados adicionales.
Pero este año ha vuelto a suceder un acto máximo de crueldad en Brihuega, un »accidente» sucedido tras un concurso de recortadores. Un toro «escapó» de la plaza y asustó al pueblo tras los rumores de que esa noche iba a haber encierro sí o sí. Amenazas de muerte al alcalde, medidas de seguridad deficitarias, cantidades ingentes de dinero público para costear estas salvajadas.
Toda España está haciéndose eco de la barbarie en este municipio de la provincia. Hechos predecibles y evitables que se han saldado con dos heridos graves y un animal ejecutado entre golpes y atropellos. La misma historia año tras año. La administración pública es la responsable de evitar esta tragedia, ahora es demasiado tarde para que se echen las manos a la cabeza.
ANDA ha enviado una carta al Ayuntamiento de Brihuega en la que manifiesta que, ante el resultado de muerte de un toro como consecuencia de un atropello le pedimos que se investigue si el vehículo o vehículos que protagonizaron el atropello se encontraban inscritos como parte de la organización con el fin de asegurar un desarrollo normal del festejo y el motivo por el que decidieron atropellar al animal como medida de control. Asimismo les pedimos que se tomen las medidas administrativas pertinentes en el caso de comprobarse un incumplimiento de la legislación vigente en materia de espectáculos taurinos populares, abriéndose los expedientes sancionadores consecuentes.
Vivimos en sociedad y como tal reflejamos e integramos sensibilidades y valores distintos. La convivencia entre los distintos puntos de vista (en ocasiones contradictorios) solo es posible si todas las partes y todos los integrantes de cada perspectiva respeta el juego legal y el ordenamiento jurídico del que nos hemos dotado como base de nuestra convivencia y respeto mutuo. Es por esto que esperamos que entiendan nuestra firme petición de garantizar que todos cumplan con el ordenamiento legal y se emita un claro mensaje de que quien no lo cumple no quedará impune sino que será proporcionadamente castigado.
Seguiremos luchando contra estas aberraciones, estas salvajadas no se pueden permitir en el siglo XXI. La tauromaquia y los festejos taurinos no tienen cabida en nuestra sociedad y es lo que reclamamos porque somos mayoría. El mundo taurino ha tocado fondo. Ante su inminente desaparición ejercen la máxima violencia.
TAUROMAQUIA ES VIOLENCIA.