Portugal prohíbe la asistencia de menores en las plazas de toros.
Los toros en Portugal serán un acto no recomendado para menores. El país vecino zanja así un debate, que aún está abierto en España, con la aprobación de un decreto ley en el que prohíbe la entrada en las corridas de toros a los menores de 16 años. Esta medida ha sido aprobada tras ser instados por el Comité de los Derechos del Menor de la ONU, que en 2019 pidió que se aumentara la edad mínima para asistir a este tipo de espectáculos ligados con la tauromaquia. También instó a llevar a cabo actividades de concienciación a los funcionarios públicos, a los medios de comunicación y a la población en general, sobre los efectos negativos en los menores de edad, incluyendo los espectadores, de la violencia asociada a los espectáculos y festejos taurinos.
Debate abierto en España.
La asistencia de menores a las corridas de toros también ha sido tema de discusión en los últimos años en España y Francia, países en los que también está arraigada la cultura taurina y donde, a diferencia de Portugal, el animal sí es sacrificado en el ruedo. En Francia ha habido proposiciones parlamentarias durante los últimos años para que la entrada a las corridas también se vetara a menores de 16 años. Mientras que en España la normativa se rige por los reglamentos taurinos que establece cada comunidad autónoma:
En 1991, Canarias fue la primera región española en prohibir los toros y le siguió Cataluña en enero de 2012, aunque en octubre de 2016 el Tribunal Constitucional anuló la prohibición de Cataluña.
En Baleares también está prohibida la entrada a los toros de menores de 16 años, mientras que en el País Vasco los menores de 16 años sólo pueden entrar si van acompañados de un adulto.
En el verano de 2018 entró en vigor el reglamento taurino gallego en el que se prohibía la entrada a las corridas a menores de 12 años de edad.
En el año 2013, la tauromaquia fue declarada por el Senado Patrimonio Cultural de España.
Felicitamos al Gobierno de Portugal por esta decisión que ha tomado ya que es todo un éxito y cada día vemos que la sociedad y muchos políticos están cambiando porque están escuchando lo que reclama la GRAN MAYORÍA. Nuestros políticos deben tomar ejemplo y tener más empatía con los animales.
En España también nos sentimos muy contentos con la decisión que tomó hace poco la alcaldesa de Gijón de no autorizar nunca más espectáculos cruentos donde son utilizados animales por el mero hecho del entretenimiento y subvencionados con el dinero de todos los españoles.
Vamos avanzando cada día más, la tauromaquia no tiene cabida en el siglo XXI, a ver si nuestros políticos se enteran de una vez.
TAUROMAQUIA ES VIOLENCIA.