La empresa Plaza 1, en colaboración con el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, ha anunciado el regreso de los festejos taurinos a La Venta del Batán como homenaje al maltratador de toros recientemente fallecido Joaquín Bernadó.
Las Escuelas de Tauromaquia la cuna del maltrato animal legalizado están financiadas por las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos con la finalidad de adoctrinar a los niños en la violencia y sin ningún respeto a los animales como seres vivos que son. Emplean animales menores de dos años, para los que el sufrimiento físico y psíquico se ve incrementada por su mayor fragilidad, reducida capacidad de reacción y su desesperada necesidad de sentirse protegidos por su madre y su manada. Los desesperados mugidos de dolor y pánico de estos pequeños animales intentando atraer la ayuda de los suyos “desgarran el corazón de cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad”.
El 8 de febrero de 2018 se hicieron públicas las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, donde se dedica un breve apartado a la tauromaquia. El Comité recomendaba al Estado español prohibir la participación de menores de 18 años como toreros o como espectadores de eventos taurinos. Un organismo tan importante como es la ONU, reconoce que la tauromaquia es violencia, sangre y muerte. Desgraciadamente para este asunto en España, especialmente en las escuelas de tauromaquia, la ONU es como si no existiera y se menosprecian sus recomendaciones.
En el verano de 1998 ANDA estuvo en la Escuela de Tauromaquia de Madrid y pudimos grabar en vídeo imágenes aterradoras de cómo, para que aprendan los niños se cortaban las orejas y rabo a novillos estando todavía vivos, entre los mugidos de dolor y movimientos convulsos del animal.
Con fecha de 9 de octubre de 1998 se denunció ante la autoridad competente y conseguimos que los sancionaran desde la Comunidad de Madrid con unos 2.000,00 euros aproximadamente que lógicamente pudieron pagar sin problemas de las mismas subvenciones que reciben. Aunque nos pareció ridícula la sanción, por lo menos conseguimos algo muy importante como fue que condenaran a esta gentuza por todas las aberraciones que cometieron, y lo más importante fuera mostrar en todas las cadenas de televisión lo que hacen, que es torturar y matar por placer. Tenemos que salir de este túnel del tiempo que nos retrotrae a los peores momentos de la España negra.
TAUROMAQUIA ES VIOLENCIA.
