Las corridas de toros se han celebrado con más de la mitad de la plaza vacía y reconocen la ruina económica.
Las corridas de toros en Bilbao constatan la decadencia de la tauromaquia en España. Los eventos taurinos se han celebrado sin apenas público, menos de la mitad de la plaza ocupada durante los cuatro días de la feria. Un completo fracaso que ha impactado incluso a los expertos en medios de esta tradición, quienes ya califican de alarmante la situación en la que se encuentra el gremio.
Las corridas se redujeron a la mitad en diez años.
Según los datos del Anuario de Estadísticas Culturales que edita el Ministerio de Cultura, el número de festejos taurinos globales (corridas de toros y festejos populares) organizados en España se redujo prácticamente a la mitad en la década previa a la pandemia, cuando pasaron de 2.684 a 1.425, con un descenso constante y prácticamente paralelo al que experimentaron de forma específica las corridas, que cayeron de 648 a 349 al año, un 46%.
Sólo en los últimos cuatro años de ese periodo, entre 2015 y 2019, dejaron de acudir a las plazas uno de cada siete espectadores. Mientras que los cosos taurinos, cada vez en peor estado, han empezado a usarse para eventos culturales e incluso exploran alternativas menos costosas como el cierre.
La decadencia de la Tauromaquia continua.
¿Es quizá un problema de altos precios? La respuesta es muy sencilla: sin subvenciones públicas están condenados a desaparecer.
Invertir en tauromaquia es malgastar los fondos públicos. La tauromaquia no tiene futuro. Las corridas de toros han caído un 63,4% desde 2007 y cada año siguen cayendo irremediablemente. Invertir en tauromaquia es malgastar el dinero común cuando más se necesita. La mejor ayuda para las pocas familias que viven de ella es un Plan de Reconversión a actividades no crueles y con futuro. Si aun así te queda alguna duda entra en el siguiente enlace donde vas a encontrar toda la información al respecto: https://estolopagastu.info/
Si alguien sufre no es una fiesta.