De nuevo, el sábado 12 de noviembre volvieron a celebrar el TORO DE JUBILO de Medinaceli, (Soria).Torturan a un pobre toro embadurnando de barro y colocándole en la cornamenta unas sobreastas de hierro “gamella” que terminan en dos bolas preparadas con azufre, estopa y aguarrás a las que se prende fuego. A estas personas les resulta muy divertido y les hace sentirse muy orgullosos de su tradición. Lo defienden desde el pueblo como si de algo especial se tratara, aludiendo a hechos medievales que ya a nadie importan, excepto a aquellos que no han evolucionado y cuya cultura y educación están todavía ancladas en tiempos remotos. Este año el toro salió del cajón con la boca ensangrentada y tardaron más de 12 minutos en ensogarlo. Las llamas de los cuernos superaron el metro de altura y el animal acabó abatido e hiperventilando. Finalmente se desplomó, no sabemos si murió, pero esta barbarie tiene que desaparecer, ningún animal tiene que sufrir de esta manera para divertir a unos cuantos.
Nuestra plataforma LTNEC (La Tortura No Es Cultura),va a denunciar este cruel festejo en todas las instancias. Es intolerable, tenemos que acabar con esta barbarie para siempre por todas las vías, ¡¡Y LO VAMOS A CONSEGUIR!!
El artículo 19 del Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León estipula que “en todos los espectáculos taurinos populares y tradicionales queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses”, pero contempla una excepción para los casos en los que estas acciones “sean inherentes a un espectáculo taurino tradicional de los previstos en el Capítulo II” del Reglamento. Es precisamente a esta consideración a la que se agarra la Junta de Castilla y León, pese a que sí emprendió acciones para prohibir el Toro de la Vega en 2016.
Los toros de fuego son la máxima crueldad que tenemos todavía en España, y encima subvencionado con dinero público. Estamos en el siglo XXI y afortunadamente la sociedad va evolucionando y rechaza esos espectáculos cruentos. Somos mayoría y nuestros políticos tienen que escuchar a sus ciudadanos y demostrar más empatía hacia los animales. Estas tradiciones tienen que acabar. Éste espectáculo fue declarado Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico de Castilla y León en 2002. Subvencionado con el dinero de todos los contribuyentes.
No se puede considerar cultura un espectáculo que implica sufrimiento y maltrato. “El maltrato de animales por entretenimiento no merece compartir la denominación de “cultura” con los verdaderos artistas e intelectuales.
Las consecuencias de esta práctica son terribles para los toros. En primer lugar, lógicamente, el toro se quema. El barro se seca y se desprende, con lo cual las chispas que caen, queman al toro en la cara, en el lomo y en los ojos. Los cuernos también son un área sensible, que al calentarse provocan un terrible dolor. Los animales sufren, especialmente, daños psicológicos.
De nuevo, el sábado 12 de noviembre volvieron a celebrar el TORO DE JUBILO de Medinaceli, (Soria).Torturan a un pobre toro embadurnando de barro y colocándole en la cornamenta unas sobreastas de hierro “gamella” que terminan en dos bolas preparadas con azufre, estopa y aguarrás a las que se prende fuego. A estas personas les resulta muy divertido y les hace sentirse muy orgullosos de su tradición. Lo defienden desde el pueblo como si de algo especial se tratara, aludiendo a hechos medievales que ya a nadie importan, excepto a aquellos que no han evolucionado y cuya cultura y educación están todavía ancladas en tiempos remotos. Este año el toro salió del cajón con la boca ensangrentada y tardaron más de 12 minutos en ensogarlo. Las llamas de los cuernos superaron el metro de altura y el animal acabó abatido e hiperventilando. Finalmente se desplomó, no sabemos si murió, pero esta barbarie tiene que desaparecer, ningún animal tiene que sufrir de esta manera para divertir a unos cuantos.
La plataforma LTNEC (La Tortura No Es Cultura) de la que ANDA forma parte desde su fundación ,va a denunciar este cruel festejo en todas las instancias. Es intolerable, tenemos que acabar con esta barbarie para siempre por todas las vías, ¡¡Y LO VAMOS A CONSEGUIR!!
Hemos ido varias veces a Medinaceli donde pudimos presenciar en qué consistía este festejo tan repugnante y también fue ANDA quien denunció esta atrocidad. La publicación por ANDA de reportajes con fotos en varios periódicos extranjeros causó un gran escándalo internacional que incluso motivó una discusión a nivel de comisión en el Parlamento Europeo. Unos años más tarde, en 2002 fue declarado como Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico Regional por la Junta de Castilla y León.
Siempre hemos pensado que tantos espectáculos repugnantes presenciados y grabados, habrán valido el esfuerzo y han valido, para que sigamos luchando por los que no tienen voz.
El artículo 19 del Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León estipula que “en todos los espectáculos taurinos populares y tradicionales queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses”, pero contempla una excepción para los casos en los que estas acciones “sean inherentes a un espectáculo taurino tradicional de los previstos en el Capítulo II” del Reglamento. Es precisamente a esta consideración a la que se agarra la Junta de Castilla y León, pese a que sí emprendió acciones para prohibir el Toro de la Vega en 2016.
Los toros de fuego son la máxima crueldad que tenemos todavía en España, y encima subvencionado con dinero público. Estamos en el siglo XXI y afortunadamente la sociedad va evolucionando y rechaza esos espectáculos cruentos. Somos mayoría y nuestros políticos tienen que escuchar a sus ciudadanos y demostrar más empatía hacia los animales. Estas tradiciones tienen que acabar.
No se puede considerar cultura un espectáculo que implica sufrimiento y maltrato. “El maltrato de animales por entretenimiento no merece compartir la denominación de “cultura” con los verdaderos artistas e intelectuales.
Las consecuencias de esta práctica son terribles para los toros. En primer lugar, lógicamente, el toro se quema. El barro se seca y se desprende, con lo cual las chispas que caen, queman al toro en la cara, en el lomo y en los ojos. Los cuernos también son un área sensible, que al calentarse provocan un terrible dolor. Los animales sufren, especialmente, daños psicológicos.
Esto es lo que sufren los animales:
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