Recientemente se ha celebrado un foro denominado “Propuesta de Bases Técnicas para una Estrategia Estatal de Ganadería Extensiva” organizada por la asociación WWF y en la que desde ANDA hemos participado.
En el mismo la Directora General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio de Transición Ecológica expresó el apoyo sin fisuras del Ministerio a la ganadería extensiva por su aporte a la sostenibilidad medioambiental en términos de garantía para la pervivencia de los paisajes naturales de pastos secos y húmedos, su integración en sistemas productivos agrícolas y silvícolas así como su significación para la fijación de poblaciones rurales. Frente a un modelo de ganadería industrial e intensiva (vestida más o menos de “verde” en falsos y engañosos conceptos de “libertad” y “crecimiento lento”, que ya ha demostrado hasta la saciedad su inviabilidad en términos de bienestar animal real, respeto medioambiental y desarrollo rural), los sistemas tradicionales extensivos suponen un aprovechamiento racional y respetuoso de los recursos naturales y son los auténticamente integrados en el entramado social y económico local.
Debemos ser capaces de mantenerlos, evitar que desaparezcan o que se reconviertan en sistemas industriales intensivos. Para ello es imprescindible que en el mercado se puedan distinguir de los productos procedentes de la ganadería industrial (algo cada vez más difícil por el continuo “lavado de imagen” por parte de los sistemas industriales) por lo que en la reunión se puso de manifiesto la urgente necesidad de dotarnos de un sistema de etiquetado según sistemas de producción progresivos (desde extensivo hasta intensivo) para que cada consumidor pueda diferenciar los sistemas y elegir en consecuencia. Ya desde ANDA llevamos tiempo apostando por este sistema de identificación y lo hemos plasmado en el sello “Bienestar Animal avalado por ANDA” para la producción de huevos. Seguiremos trabajando en este mismo sentido