Un toro muere tras despeñarse en el bou en corda de Ontinyent (Valencia)

El día 30 de abril se celebraron los festejos populares de Ontinyent (Valencia), un toro bajaba por las calles de la localidad a gran velocidad, saltaba un muro y caía a la orilla del río. Es el primer año que se retoma el antiguo recorrido tras varios años desviado por obras.

El toro bajaba por las calles de la localidad valenciana de Ontinyent lanzado y al llegar a las proximidades del río, se precipitaba al vacío a una altura de 15 metros. El impacto le ocasionó graves lesiones en las patas. Un equipo de veterinarios tuvo que sedarlo pero, tras intentar sacarlo del lugar, finalmente tuvo que ser sacrificado.

Denunciamos que sea tristemente común que los municipios no velen por las normas de seguridad.

En los Reglamentos de festejos taurinos populares de las Comunidades Autónomas se alude a la seguridad de las personas, los bienes y el respeto y prohibición de maltrato a los animales, pero ni se ponen los medios necesarios, ni se persiguen o sancionan las infracciones si no hay una denuncia. Y cuando las hay, en la mayoría de los casos, se archivan sin realizar las diligencias oportunas. Denunciamos también que algunos animales sean sacrificados momentos más tarde del festejo en los mismos lugares donde este ha tenido, lo que no se ajusta a la ley. “De acuerdo con grabaciones obtenidas “in situ” en algunas localidades, se desprende que no se siguen las normas de sanidad”. Un ejemplo del Toro de Coria, al que se mata a tiros en el acto y en plena presencia del público una vez finalizada la celebración.

Lamentamos la falta de presencia de las fuerzas de seguridad en muchos de los festejos. “En algunos pueblos ni siquiera hay policía local”, señala y traslada la responsabilidad de los distintos incidentes al hecho de que a menudo “los colaboradores de los organizadores no actúan como debieran para impedir el maltrato a los animales o la participación de personas no aptas o menores de edad en los eventos, lo que tiene consecuencias trágicas.”

ANDA, lleva más de treinta años luchando contra la tauromaquia y sus derivados “festejos populares”, que son subvencionados con el dinero de todos los contribuyentes. La sociedad cada día está más concienciada y rechaza este tipo de espectáculos cruentos. Estamos en el siglo XXI y este tipo de espectáculos no tienen cabida en nuestra sociedad.

TAUROMAQUIA ES VIOLENCIA.