El día 8 de junio el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) alertó la presencia de una especie de «cocodrilo» en una balsa de riego situada en el municipio de Yunclillos (Toledo).
Ante la peligrosidad que conlleva el manejo de estos animales, se pusieron en contacto con especialistas de Safari Madrid y Zoo Koki.
Los expertos comprobaron que se trataba de un caimán de anteojos (Caiman crocodilus) de unos 95 cm de largo.
El animal se encontraba en una balsa de agua de 160 metros de largo, 60 metros de ancho y 4 metros de profundidad. El animal fue trasladado a la gruta de los cocodrilos de Safari Madrid después de comprobar su buen estado.
Estos animales poseen unos receptores muy sensibles en su piel, que captan cualquier vibración en el agua por ligera que sea, esto lo usan para detectar presas o bien huir de posibles amenazas. Además esta especie puede permanecer bajo el agua más de 30 minutos, lo que dificulta su captura.
La pregunta es ¿cómo ha llegado un caimán de anteojos a Toledo?… Este es un claro ejemplo de para qué sirven los Listados Positivos: para regular qué animales exóticos y peligrosos, como este caimán, no puedan ser mantenidos en entornos domésticos.
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