El 5 de agosto en la provincia de Guadalajara se celebró un encierro en el campo.
En la provincia de Guadalajara se suceden los encierros motorizados por el campo, en los que «cualquiera que desee puede asistir, acorralar, violentar, agredir e incluso atropellar a los animales».
En el verano de 2021, otro municipio de Guadalajara, Brihuega, también fue motivo de críticas por el atropello de un toro que se había escapado de un encierro en la plaza de toros. El animal huyó despavorido por las calles de este pueblo hasta que un vehículo lo arrolló a toda velocidad.
Esto es lo que dice literalmente el Reglamento de Festejos Taurinos Populares de Castilla-La Mancha.
«En ningún caso se permitirá la presencia de vehículos distintos a los autorizados por el Ayuntamiento y comunicados a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad intervinientes con antelación al comienzo del festejo, quedando expresamente prohibidos los vehículos especiales y las motocicletas, salvo las ambulancias y, en su caso, los vehículos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de los Servicios de Protección Civil.”
Además de prohibir en los encierros por el campo la participación de vehículos, el reglamento establece ahora que la distancia mínima de seguridad entre la zona de suelta y la zona de espectadores será de trescientos metros.
El 6 de agosto se celebró en Estella (Navarra), un encierro con motivo de las fiestas patronales y una vaquilla fue maltratada por un individuo.
La Policía Municipal de Estella va a iniciar el procedimiento para sancionar al joven que en el encierro maltrató a una de las reses en el tramo de la Avenida Yerri. En ese sentido, se van a abrir las dos vías, la vía penal y la vía administrativa.
Por la vía administrativa, se aplica el artículo 88 d, del Reglamento de Espectáculos Taurinos de Navarra, que establece lo siguiente: “No se permitirá en ningún espectáculo herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses. Así mismo, está prohibido citar o llamar la atención de las reses cuando ello suponga crear situaciones de riesgo”. La sanción máxima en este caso es de 300 euros.
Así mismo, se ha iniciado el procedimiento administrativo contra otras dos personas que también participaron, sujetando y agarrando al animal.
Gracias a la colaboración de la Policía Foral, entre los dos cuerpos se identificó rápidamente a estas tres personas.
Esperamos que se aplique la pena máxima a estos individuos que carecen de ningún tipo de empatía hacia los animales que agreden. Las personas que ejercen la violencia contra los animales se caracterizan porque suelen ser personas cobardes que se ensañan con los que no se pueden defender.
Uno de los aspectos más dañinos para nuestra sociedad es la frecuente presencia de menores en este tipo de espectáculos cruentos y subvencionados con dinero público.
Llevamos más de treinta años luchando contra la tauromaquia y estos espectáculos tan cruentos subvencionados con dinero público. Echando la vista atrás se percibe el cambio tan impresionante que se ha producido en la sociedad española en el respeto y consideración por los animales. Queremos creer que nuestra asociación ha desempeñado un papel importante en esta evolución dado que esa era nuestra vocación y nuestro propósito desde el primer día.
Para nosotros fue un aldabonazo que nos hizo dedicar nuestros principales esfuerzos a dar a conocer al público lo que se hacía a los animales en las fiestas de los pueblos. También quedan por eliminar las terribles becerradas pueblerinas que tanto defiende el mundo taurino como forma de fomentar la afición a las corridas de toros que, por cierto, también están de capa caída y si no fuera por los intereses económicos y las subvenciones que reciben tendrían los días contados.
Estamos en el siglo XXI y este tipo de espectáculos cruentos no tienen cabida en nuestra sociedad.
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