Esta condena marca el desenlace de una operación conjunta entre los equipos encargados de combatir delitos ambientales de la Guardia Civil y la Ertzaintza, que tuvo lugar en junio de 2023 en la tienda de Sopela, uno de los principales puntos de venta de animales y plantas en Bizkaia. Durante la operación, los agentes descubrieron que el establecimiento realizaba pedidos de medicamentos veterinarios a distribuidores sin la autorización necesaria, utilizando datos de un colegiado que ya no trabajaba allí y de otro facultativo fallecido en 2010.
Este fue el primer indicio para determinar que el comercio llevaba a cabo tratamientos en animales, administrando medicamentos e inoculando vacunas sin tener la autorización correspondiente como clínica veterinaria y sin contar con un profesional homologado. Esta actividad no solo violaba la ley, sino que también ponía en peligro la salud y el bienestar de los animales tratados, según explicó la Guardia Civil en un comunicado difundido este lunes.
Durante el registro realizado en el establecimiento como parte de la investigación, los agentes de ambos cuerpos también encontraron expuestos para la venta diversos ejemplares de especies amenazadas, tanto animales como vegetales. El responsable del comercio no pudo presentar documentación válida que justificara su origen o la autorización para su venta.
Después de esta exitosa operación policial, la Guardia Civil insta a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con el tráfico ilegal de especies protegidas y la práctica ilegal de la profesión veterinaria. Todo esto con el único propósito de preservar el medio ambiente y garantizar el bienestar de los animales.
“Esta sentencia es ejemplarizante, pues no podemos olvidar que el mercado de animales exóticos y la cantidad de especies afectadas no para de crecer, en una búsqueda imparable hacia nuevos animales que queden fuera de las restricciones actuales, mandando un mensaje de que no todo está permitido.
La compraventa de animales exóticos se ve favorecida por las facilidades que el comercio electrónico y las redes sociales ofrecen a la hora de adquirir animales, siguiendo modas que se propagan a través de las propias redes. Pero este comercio, si no se ve restringido a través de una adecuada regulación, tiene consecuencias probadas para el medio ambiente, el bienestar de las especies y riesgos para la salud y la seguridad públicas.
España ya se ha puesto manos a la obra, no solo persiguiendo los casos donde se advierten irregularidades, del cual esta sentencia es un ejemplo; sino también a través de la ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que incluye la regulación de la tenencia de animales exóticos como animales de compañía a través de Listados Positivos.
Este sistema de regulación, adoptado ya en otros países como Bélgica, Países Bajos o Luxemburgo, evalúa en su desarrollo los riesgos relativos a la seguridad ciudadana, los riesgos de convertirse en especie invasora, la conservación de las especies, la salud pública y el bienestar de los animales, asociados a la tenencia de animales exóticos como animales de compañía y establecerá de manera clara qué animales son adecuados para tener en una casa. De esta forma cientos de animales no adecuados para vivir en cautividad dejarán de ser condenados a una vida miserable de sufrimiento al dejar de llegar a los hogares españoles. “
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