A partir del 29 de marzo ha quedado oficialmente prohibido en toda España el uso de animales salvajes en cautividad en circos, según lo establecido en la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales.
Aunque la mayor parte de esta legislación entró en vigor el 29 de septiembre del año pasado, quedaban asuntos pendientes por abordar, ya sea debido a la falta de desarrollo reglamentario o a lo estipulado en la propia ley.
Según lo estipulado en la disposición transitoria tercera, los propietarios de circos, carruseles y atracciones de feria disponían de un plazo de seis meses desde la entrada en vigor de la ley (ocurrida el pasado 29 de septiembre) para ajustar sus actividades y, en su caso, notificar a la autoridad competente las especies y el número de animales silvestres en cautividad bajo su posesión. Además, a partir de este día, las licencias que permiten el uso de animales silvestres en estos espectáculos expirarán. Los animales que ya no sean utilizados deberán ser reubicados en «lugares más adecuados para garantizar su bienestar», pudiendo ser destinados a reservas naturales o refugios permanentes para animales, conforme a lo establecido en la ley. Esta medida refleja un importante paso hacia adelante en la protección de los derechos y el bienestar de los animales en España.
Se cierra así un triste capítulo de la historia de los espectáculos en nuestro país, que de hecho llevaba años agonizando. La nueva ley, de ámbito estatal, no hace sino recoger el testigo de municipios y Comunidades Autónomas, que en los últimos años han seguido una dinámica imparable de rechazo a este tipo de espectáculos. En los últimos 10 años, el mapa de España se ha ido tiñendo de municipios y regiones libre de circos con animales a una velocidad que solo puede explicar el apoyo masivo de la sociedad a esta medida, lo que a su vez se ha traducido en un apoyo político prácticamente unánime.
InfoCircos, coalición formada por las entidades de protección animal ANDA, FAADA, AnimaNaturalis y AAP Primadomus, fue el catalizador de esta tendencia que antes o después terminaría de la única manera posible: el fin para siempre de unos espectáculos que ya casi nadie consideraba aceptables desde un punto de vista ético.
InfoCircos comenzó su trabajo de incidencia política en 2015, a raíz de la declaración de la Federación Veterinaria Europea (FVE) a través de la cual la ciencia veterinaria se pronuncia en contra de la utilización de animales salvajes en espectáculos circenses ante la absoluta imposibilidad “de satisfacer adecuadamente sus necesidades fisiológicas, mentales y sociales”, y por los graves riesgos que su utilización puede suponer para la seguridad ciudadana, la salud pública y la sanidad animal.
El contundente posicionamiento de la ciencia veterinaria, el vacío legal en el que se encontraba la actividad de circos itinerantes con animales salvajes y el fuerte rechazo social que ya despertaban estos espectáculos creó un contexto en el que el trabajo de InfoCircos cogió impulso y dio frutos en un tiempo récord. Desde la coalición se trabajó en paralelo con los gobiernos autonómicos y los municipios más poblados para conseguir prohibiciones regionales y municipales en la utilización de animales salvajes en espectáculos circenses, así como con el Ministerio de Cultura, a través del INAEM, para poner fin a las subvenciones públicas a la actividad. Así mismo, desde InfoCircos se dio apoyo y asesoramiento en toda España a cientos de ayuntamientos, grupos políticos, ONGs, colegios y particulares interesados en lograr que sus municipios se declarasen libres de circos con animales. Y, por último, desde la coalición se tendió la mano al sector circense, ofreciendo ayuda a la hora de reubicar a sus animales en el centro de rescate de animales salvajes AAP Primadomus, miembro de InfoCircos.
Como resultado del apoyo masivo por parte de organismos, entidades sociales y particulares, entre 2015 y 2022, 12 Comunidades Autónomas adoptaron leyes que prohíben la utilización de animales salvajes en circos en su territorio, así como 500 municipios de toda España, incluyendo la práctica totalidad de ciudades mayores de 100.000 habitantes. De esta manera, a la aprobación de la ley nacional de protección animal, un 80% de la población española vivía ya en territorio libre de circos con animales salvajes.
Desgraciadamente pocas veces en protección animal se consiguen resultados tan contundentes y el caso de los circos con animales salvajes ha sido un claro ejemplo de cómo la sociedad avanza en el respeto a los animales. El trabajo de InfoCircos dio muy buenos resultados porque previamente hubo una labor de años de concienciación y educación por multitud de entidades que creó un contexto en el que la inmensa mayoría de la sociedad ya no aceptaba la utilización de animales como tigres o elefantes en unos tristes espectáculos que condenan a estos animales a vidas de privación y sufrimiento sin valor educativo alguno.
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