ANDA se ha dirigido a un colegio de la Comunidad de Madrid, que de momento preferimos mantener en el anonimato hasta comprobar su reacción, por el regalo de unos pollitos que previamente se incubaban en el centro a partir de huevos y que luego se repartían entre el alumnado que presentaba un permiso de los padres para recibirlos.
Desde ANDA le hemos recordado al centro que el uso de animales vivos como reclamo y/o premio está terminantemente prohibido así como la entrega de animales de compañía fuera de los circuitos legalmente establecidos. Además la tenencia de aves de avicultura requiere de un permiso especial de la autoridades de sanidad animal. Nos consta que muchos de estos animales acaban muertos o desatendidos por el desconocimiento de las familias de las exigentes condiciones de mantenimiento de los pollos en cuanto a temperatura o alimentación. Hemos sugerido al colegio que si la pretensión es acercar los animales de granja y sus sistemas de crianza a la población infantil urbana, existen alternativas como la visita organizada a granjas reales que cumplen mucho mejor con ese cometido sin poner en riesgo la vida y el bienestar de los animales.
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