¿Te has preguntado alguna vez de dónde vienen los animales exóticos vendidos como animales de compañía?
Los países de procedencia de estos animales se enfrentan a una lucha feroz contra el comercio de especies que, a pesar de sus esfuerzos, sigue en aumento.
Ecuador es uno de estos países. Solo en 2018 se incautaron allí 3.000 animales, algunos de especies en peligro de extinción. Tal y como explican desde el Ministerio de Agricultura de Ecuador, el objetivo de este comercio es «sacar las especies más exóticas hacia los mercados internacionales». Y advierten «del grave impacto que sufren estos animales, arrancados muchas veces de sus entornos a costa de la vida de sus madres». “Esa es casi siempre la forma de extraerlos de la vida silvestre.”
El tráfico de vida silvestre tiene muchas caras, la peor de ellas la de traficantes profesionales con fines comerciales que causan un creciente daño por los cambios que llegan a provocar en el ecosistema.
El objetivo es sacar
las especies más exóticas hacia los mercados internacionales, donde un
guacamayo (loro colorido de gran tamaño) puede llegar a costar entre 1.000 y 5.000
dólares.
La Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza asegura que el tráfico de especies
silvestres, sobre todo animales, ocupa el tercer lugar después del tráfico de
armas y estupefacientes, y que se trata de uno de los negocios ilegales más
rentables.
¡Los animales exóticos NO son animales de compañía!