En ANDA, siempre nos hemos preocupado por el trato que reciben los animales en las corridas de toros, becerradas, las fiestas populares que al parecer todo el mundo encuentra natural e incluso hay quien las defiende como tradicionales y parte de nuestra cultura.
Para nosotros ha sido muy importante dedicar nuestros principales esfuerzos en dar a conocer al público lo que se hace a los animales en las fiestas de los pueblos como los terribles toros de fuego. También quedan por eliminar las terribles becerradas pueblerinas que tanto defiende el mundo taurino como forma de fomentar la afición a las corridas de toros que, por cierto, también están de capa caída y si no fuera por los intereses económicos y las subvenciones que reciben tendrían los días contados, o al menos eso es lo que ya está pasando en muchos pueblos.
El toro embolado es un festejo tradicional de España en el que se colocan a un toro dos bolas de fuego en sus astas. No se conocen realmente sus orígenes, pero junto a otros festejos taurinos es de los más crueles que existe hoy día.
Uno de los toros embolados es el toro júbilo en Medinaceli (Soria). Se celebra cada año en el día más próximo al 13 de noviembre. Consiste en embadurnar de barro al animal y se coloca en la cornamenta un asta metálica (gamella) que terminan en dos bolas preparadas con azufre, estopa y aguarrás a las que se prende fuego.
Después una persona corta la soga que le une al poste y el animal corre desconcertado por un recinto cerrado hasta que se apaga el fuego donde los jóvenes le acosan, aumentando su estrés. Según estudios científicos, el padecimiento de estos animales durante estos festejos es innegable. Fue declarado en 2002 por la Junta de Castilla y León como Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico Regional.
Todos estos festejos se realizan con el apoyo promocional y económico de los ayuntamientos“. Aterrorizar a un animal con lo que más teme, el fuego, no debe ser un modo de diversión. Estos fondos deberían utilizarse para ayudas sociales, expresiones culturales libres de crueldad o para formar a los más jóvenes en el respeto hacia las demás especies, y no para fomentar el maltrato animal”.
Nunca un espectáculo donde un animal es acosado y torturado puede ser considerado como un Espectáculo de Interés Turístico Regional. El maltrato nunca es un “espectáculo”.
Ya basta de maltrato animal subvencionado.
