Las corridas de toros: una mala escuela para los niños

9831

Expertos advierten de las consecuencias nocivas de los espectáculos taurinos en el desarrollo intelectual y mental de los menores

 Cada vez son más los psicólogos que se plantean las posibles repercusiones de los espectáculos taurinos en la formación y educación de los menores. Así, el doctor en Psicología de la Universidad de Lisboa Vítor José F. Rodrigues cree que los niños que asisten a corridas, ya sea en directo o por televisión, están siendo “testigos de violencia” y eso nunca es bueno.

Además, la violencia que se muestra en el coso no es gratuita sino que es públicamente recompensada por los aplausos de la multitud. Al niño, por lo tanto, se le lleva a “apreciar” aquello que sus ídolos educativos, los encargados de su educación, les dicen que es bueno: la corrida. Los menores ven cómo los toreros exhiben una inmensa dosis de violencia festejada y recompensada de varias maneras en un ambiente festivo. “Como si la violencia pudiese ser una cosa hermosa, loable, fuente de alegría. El mensaje implícito y explícito es, desde luego, algo como: es bueno ser violento, es bueno ser torero, da prestigio, dinero y es merecedor de aplausos”, manifiesta Rodrigues.

Este psicólogo alega que los niños son “muy sensibles a todo lo que les transmita la idea de que, si hacen esto o aquello o tienen esta o aquella idea, serán apreciados. Sin duda, se les está transmitiendo la idea de que si imitan los modelos adultos de los toreros, con su violencia depredadora, su afirmación sanguinaria de virilidad, su pomposidad exhibicionista, serán apreciados. Es enseñar algo que en realidad es totalmente erróneo”.

¿Pero por qué es un error educativo llevar a un niño a una corrida de toros? Rodrigues cree que porque equivale a enseñar que la violencia es buena en sí misma y que torturar animales para nuestro deleite personal es satisfactorio. “No olvidemos que, además de los toros, también se les obliga a los caballos a soportar niveles de tensión inmensa, contrarios a su normal espíritu de herbívoros, y de que muchos caballos sufren cogidas”.

 Los psicólogos creen que los niños criados en ambientes pacíficos con amor y cuidado se muestran más resistentes, seguros de sí mismos y fuertes psicológicamente cuando llegan a la etapa de adultos. Al contrario, aquellos que viven en ambientes cerrados y sórdidos donde se ensalza la violencia (aunque sea contra un toro) pueden sufrir traumas psicológicos en el futuro. El mensaje que se transmite al niño de que se puede ser violento e incluso matar animales en determinadas circunstancias, si ello nos proporciona placer, no es la mejor manera de educar a un menor.

Ahora bien, ¿se pueden extrapolar esos estudios a las corridas de toros? Se sabe que el 56,3% de las niñas y niños que suelen asistir a las corridas revelan indiferencia al presenciarlas. Niños indiferentes a la violencia que son enseñados a aceptarla como normal y legítima. Sin embargo, otros muestran una mayor puntuación en los test de agresividad, siendo estos efectos más fuertes en los niños.

Exponer a los niños a las corridas es exponerlos a la violencia; enseñarles que la “crueldad” con los animales es legítima; inculcarles que la fiesta del sacrificio y la muerte es “una alegría y una diversión”; decirles que ser violento trae recompensa (riqueza y fama); y poner al matador y torturador de animales en la cúspide del machismo “para admiración y deseo de las hembras”.

En el fondo, estamos hablando de un espectáculo donde se torturan seres vivos por diversión. Una práctica que filosóficamente resulta aberrante.

Desde la plataforma antitaurina La Tortura No Es Cultura, a la que ANDA pertenece desde su fundación, trabajamos intensamente para concienciar a la sociedad. Afortunadamente la sociedad cada día está más concienciada y rechaza estos espectáculos donde los protagonistas son sin lugar a dudas “el toro”, y “el caballo” animales que se utilizan en todos los municipios y ciudades de España.

Luchamos por la eliminación de la excepción del toro de la Ley de Protección Animal, que permite que éste sea torturado impunemente en este tipo de festejos taurinos.

 Estamos en contra de la tauromaquia y, en particular, de su declaración como bien de interés cultural. Nunca el maltrato, la tortura y la muerte de un animal puede  considerarse bien de interés cultural, PORQUE NO LO ES.

Llevamos muchos años también luchando contra las subvenciones que recibe la tauromaquia, ya que no sobreviviría sin el bolsillo de los contribuyentes.

TAUROMAQUIA ES VIOLENCIA.

Total 25 Votes
4

Tell us how can we improve this post?

+ = Verify Human or Spambot ?