Hace pocos días una mujer abandonó su casa para que su expareja pudiera recoger sus pertenencias. Cuando regresó su gato ya no estaba en el domicilio y las ventanas y las rejas que había colocado para que no se escapase el animal estaban abiertas de par en par. Ahora, un juez ha condenado al exnovio como responsable de un delito leve contra el patrimonio a una multa de 360 euros, a otros 678 de indemnización a la dueña del animal y a abonar las costas del proceso.
En la sentencia, el juez considera probado que el día de los hechos, en junio de 2018, la mujer abandonó la casa y «nadie más» que la que fue su expareja estuvo en ella. Por eso, le atribuye a él directamente el haber abierto las ventanas «con conocimiento directo» del riesgo de que el gato se escapase. Su propietaria pasó ese día y durante dos meses más buscando al gato, que nunca apareció.
Nos sentimos muy contentos por la sentencia y la buena voluntad del juez en este caso, que pague por la maldad que ha demostrado tener y ojalá la vida le devuelva de alguna manera a este ser todo el daño que ha causado.
Es una noticia muy buena porque esto demuestra que cada vez la sociedad está más concienciada ya que, los animales de compañía forman parte de nuestra familia algo que no debemos olvidar nunca.